Animales retornaron al lugar del que nunca debieron salir
Sesenta especies silvestres fueron liberadas en zona boscosa del Magdalena medio antioqueño.
Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá liberaron 60 especies animales, entre mamíferos, aves y reptiles
Al principio fueron presa de los nervios. Después de varios meses en proceso de rehabilitación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV), de casi cuatro horas de camino por tierra desde Medellín, los animales que viajaban en el vehículo que los transportaba estaban inquietos, estresados. Quizás no se imaginaban que tanto movimiento se debía a que regresarían a sus orígenes, al sitio de donde nunca debieron ser extraídos, el bosque.
“Este comportamiento es normal, es el miedo a la libertad que les da a las especies silvestres cuando las someten al encierro mucho tiempo”, comentó Juan Camilo Restrepo, zootecnista y coordinador del Equipo de Fauna de Corantioquia.
Búhos, halcones, zarigüeyas, ardillas, tortugas, boas y hasta gallinazos cambiaron las pequeñas jaulas y el encierro en el que vivieron los últimos días de su rehabilitación, por árboles, ríos y la extensa naturaleza que de ahora en adelante será la que defina el curso de su existencia.
El primer turno fue para las aves, que asustadizas buscaban refugio en lo profundo de las pequeñas cajas de cartón que utilizaron para su transporte. Los halcones fueron los más aturdidos por la extensa zona verde que se alzaba frente a sus ojos. No querían abandonar la efímera seguridad ofrecida por el sencillo guacal, bastó la ayuda de los biólogos para que las rapaces agitaran sus alas con fuerza para alzar vuelo y miraran desde lo alto su nueva morada. Los búhos y los gallinazos volaron inmediatamente cuando se abrieron las cajas. |
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